Alicia: llevando las realidades de su país en una mochila

Este mes mi entrevistada es alguien muy especial, una recién descubierta blogger y nueva amiga. Una joven catalana que tiene un espíritu viajero, aventurero, pero sobre todo es una excelente guía turística.

Ella sabe un montón sobre Barcelona y recorrer con ella la ciudad es toda una experiencia que vale 100% la pena. Gracias a ella es que a mí hoy me gusta más esta ciudad.

Su nombre es Alicia González, creadora del blog Creciendo entre Mochilas que en el mes de agosto cumplió un año de vida.

Ella con su blog y con su visión social de la vida anda recorriendo España en un proyecto que ha llamado 52 realidades. Hoy te invito a conocer, un poquito más, a esta maravillosa mujer.

¿Qué tal si nos cuentas de qué va eso de “52 realidades” y el por qué de ese nombre?

52 realidades es el fruto de una idea que llevaba en la mente desde hace más de un año aunque la idea original ha sufrido algunas variaciones.

Hace bastante tiempo me ilusioné con la idea de recorrer todas las provincias de mi país, España, y conocer con más profundidad los lugares que me rodean y tengo más cerca.

Junto a este aspecto, me interesaba mucho conocer a fondo la gran labor que muchas asociaciones de nuestro país realizan en materia social dirigida a los colectivos que reclaman especial atención, como por ejemplo aquellas personas que están padeciendo alguna enfermedad poco conocida o que han superado la drogodependencia.

Sentí la necesidad de conocer mejor estas circunstancias y la actividad de estas asociaciones, que, en definitiva, son una realidad y, como en España tenemos 52 provincias, de ahí el nombre del proyecto: 52 realidades.

¿Cómo crees que tu visión de la vida y de estas realidades pueden generar un cambio en la gente que te lee?

La verdad es que nunca me he propuesto generar un cambio en quienes leen mi blog…

Mi único propósito es el de dar a conocer ciertas realidades que existen y de las que no se habla, en algunos casos, demasiado a menudo en los medios de comunicación.

Evidenciar que existen otras circunstancias distintas a las que a veces nos encontramos.

La finalidad de mi proyecto es dar a conocer a las asociaciones de las que he hablado antes y el de compartir mi experiencia para que otras personas también puedan ser partícipes de esa realidad si lo desean (aunque sea leyendo los artículos de mi blog).

Tan sólo pretendo acortar distancias entre lo que vivimos en casa y lo que se vive ahí fuera.

¿Crees que lo que haces actualmente se podría considerar Traviajar?

Si partimos de la base de que para mí Traviajar es salir a descubrir el mundo mientras te dedicas a aquello que te gusta e inspira, pues te respondería que sí, que estoy traviajando.

No se trata de un traviaje remunerado, pero, a través de los viajes que implica mi proyecto, obtengo una recompensa mucho mayor que el dinero: aprendizaje, crecimiento personal y una experiencia que sin lugar a dudas no olvidaré en toda mi vida.

¿Cómo ves tu futuro después de la aventura que te has propuesto vivir? ¿Crees que volverás a trabajar en una oficina?

Si te soy sincera, ahora mismo me cuesta muchísimo pensar en lo que será mi vida de aquí a un año, que será cuando termine mi proyecto.

Cuando finalice 52 realidades, tengo claro que quiero (y que además necesitaré económicamente) reincorporarme al mundo laboral, pero de qué manera es algo que aún no he decidido.

Ahora mismo prefiero concentrar mis esfuerzos en el reto personal que me he propuesto y lo demás irá viniendo cómo tenga que venir.

Prefiero vivir y disfrutar de este momento de mi vida lo máximo posible… Como me dijo alguien una vez: “cuando tengamos que bailar, ya bailaremos”.

He notado en tus posts y cuando nos conocimos que eres una apasionada de lo que haces ¿Dónde buscas inspiración y cómo haces para no perder esa pasión?

Vaya… Muchas gracias… Mis padres me han enseñado a vivir con pasión cada cosa que hago en mi vida, por insignificante que sea, y creo que no sería capaz de hacer nada que no me encendiera el alma.

No busco la inspiración, la encuentro en sí misma en todo lo que me rodea, en todo lo que veo cuando cruzo la puerta de mi casa y en cada una de las personas con las que me relaciono.

Creo que si interrelacionas con personas que aman lo que hacen, sentir y compartir esa pasión es inevitable.

Hace algún tiempo organizaste un viaje con personas que no conocías y te fuiste para Irlanda. ¿Qué aprendiste de esa experiencia? ¿La repetirás en algún momento?

Sí, en abril compartí un viaje a Irlanda con nueve personas más, aunque una de esas personas era (y es) seguidora de mi blog y a uno de los chicos ya le conocía previamente al viaje.

De esa experiencia aprendí que la tolerancia y el respeto son pilares básicos para la buena convivencia y para disfrutar de un viaje así.

Que si pretendes que una experiencia así sea positiva y enriquecedora para todas las personas que participan en ella tienes que poner de tu parte y apostar por una comunicación sana y fluida basada en el respeto. Si no es así, es mejor que te quedes en casa.

Repetiría la experiencia sin lugar a dudas, aprendí muchísimo de ella y tuve el placer de compartirla con personas estupendas con las que, en la mayoría de casos, aún sigo en contacto (precisamente hace pocos días organizamos una excursión por Tarragona juntos). Lo recomiendo sin lugar a dudas.

¿Crees que en tu futuro se encuentra Traviajar? ¿O seguirás siendo una viajera esporádica y apasionada pero distante?

Lo cierto es que no tengo ni idea, y eso me encanta.

Prefiero que la vida me lleve hasta dónde me quiera llevar e intentar aprovechar cada experiencia que se me presenta con los ojos bien abiertos, el corazón en la mano, algo de locura y la mayor responsabilidad posible.

Es importante para mí que lo que hago no tenga un impacto negativo ni perjudique a quienes me importan.

La vida me ha enseñado a no hacer demasiados planes ni a querer controlar el mañana en exceso, sencillamente porque hay factores determinantes en nuestra vida que están fuera de nuestro control, así que prefiero disfrutar el ahora y luego… Ya veremos!

Me gustaría saber por qué has elegido ese nombre para tu blog. ¿En qué te inspiraste cuando lo creaste?

Jajaja, muy buena pregunta. Vayamos por partes… El nombre del blog tiene varios sentidos para mí, dobles interpretaciones igual de válidas que voy a intentar explicaros.

Por un lado, la palabra “creciendo” puede hacer referencia tanto al aprendizaje y desarrollo personal como al propio proceso vital ligado al cumplimiento de los años y al avance en edad.

Me pareció también muy apropiado añadir la palabra “mochilas” al título porque, en el sentido estricto de la palabra, ese objeto siempre me ha acompañado a lo largo de mi vida cuando he viajado o he participado en alguna excursión.

Además, por motivos laborales de mi padre, he tenido que mudarme de ciudad en varias ocasiones durante mi infancia, así que usando esa palabra también hacía referencia a todo lo que cabe en una maleta o los pesos pesados que llevamos con nosotros mismos como consecuencia de nuestras experiencias.

De alguna manera, todos tenemos nuestra propia mochila. Y en mi caso, “creciendo entre mochilas” me parecía la manera perfecta de llamar al que sería y es el espacio en que comparto todo mi mundo.

Esta es la entrevista que le realicé a Alicia hace unas semanas, ella prefirió hacerlo por escrito, pero ha grabado un pequeño saludo que he compartido contigo desde ayer y que te dejo a continuación:

Muchas gracias a Ali por su tiempo, por sus respuestas, por las imágenes y sobre todo por compartir un poquito de su realidad en este espacio.

Espero te animes a conocer a Alicia Gonzáles, yo por mi parte te dejo sus coordenadas y te aseguro que descubrirla y conocerla ha sido algo que ha enriquecido mi vida.

Blog: Creciendo entre mochilas

Las fotos fueron facilitadas por Alicia González