Consejos generales para dedicarte a Traviajar y disfrutar de la experiencia

¿Ya tienes claro que tu trabajo lo puedes hacer desde cualquier lugar del mundo?

¡Fenomenal! Ahora viene la gran pregunta: ¿a dónde iré? ¿Por dónde empezar?

Tras horas y horas de planear cuidadosamente, solamente te preguntas una cosa: ¿cómo puedo encontrar un buen sitio para Traviajar y dar con el lugar ideal para hacerlo sin morir en el primer intento?

Si esas son tus preguntas ahora, mi enhorabuena.

Significa que ya tienes un paso dado: tomaste la decisión y te estás comprometiendo con esa decisión.

Ahora bien, para ser realista contigo debo decirte que escoger el lugar puede ser la tarea más complicada de todas. Así que no te sientas mal por ello.

Sí, es incluso más complicado que labrarte una libertad financiera que te permita desplazarte cuando quieras y quedarte cuanto gustes en cualquier lugar del mundo.

Y ya sé que puede parecer extraño. Dirás que teniendo ya resuelta esa parte que parece más difícil desde nuestra postura, lo demás son meros trámites. ¡Pero no es el caso!

A veces puedes llegar a complicarte la vida si no conoces la burocracia que te afecta y lo que hay detrás de tus circunstancias personales.

Y eso te lo digo para que puedas ahorrarte un buen puñado de trámites “sin sentido”.

Por ello, también te aviso de que definir cuál es el mejor lugar para dedicarte a lo tuyo mientras aprovechas para convivir, conocer la cultura, disfrutar del lugar y descansar; puede ser una tarea hercúlea.

Estas son algunas razones por las que podrías desistir de Traviajar normalmente

La primera te va a dar un cantazo en los dientes.

¡No sabes el idioma del país donde te gustaría estar una buena temporada!

Y no, aquí no basta con chapurrearlo una mijita ni con tener inglés nivel medio. No nos digamos mentiras, que ya somos adultos.

Cuando te enfrentas a la realidad de relacionarte con personas de otros países, las cosas toman otro cariz. Lo que crees que sabes no te da, y de hecho habitualmente se queda en la nada en comparación con lo que necesitas para vivir.

En tales circunstancias es más que probable que no disfrutes de la experiencia y que te encierres en tu trabajo… Lo cual no es para nada el espíritu de Traviajar. Si haces eso estarías poco más que trabajando en el extranjero.

Si optas por la vida traviajera es para sumergirte en los lugares que visitas y vivir culturas diferentes. Así que te pido que no te alarmes de antemano.

Nunca es tarde para ponerte a aprender un nuevo idioma. ¡Siempre puedes adquirir las bases imprescindibles antes de viajar e ir mejorando in situ!

Necesitas un visado o un permiso para ingresar al país

Para todos los países se requiere un permiso para ingresar. Ninguno te deja estar unos días o quedarte “de por vida” en el lugar por la cara (como dicen por ahí).

En todo lugar al que vayas tendrás que acceder mediante un permiso, un visado o un registro de algún tipo que te permita ingresar y permanecer por allí un tiempo.

Y sí, al ser Europeo puedes disfrutar más que ninguno. También al ser Americano (con nacionalidad de Estados Unidos) tienes ciertos privilegios de acceso en algunos lugares.

Sin embargo, al ser Colombiano el tema del acceso libre se reduce a pocos países, y prácticamente ninguno más arriba de México.

¡Por esto avisaba de que necesitas tener en cuenta tus circunstancias personales y los trámites burocráticos que te afectan!

Si deseas viajar a ciertos países, lo más probable es que te toque conseguir un visado y que no puedas estar allí durante más de 6 meses seguidos… Independientemente de que te lo puedas permitir por el lado financiero.

Ahora, si lo que estás buscando es un buen lugar para radicarte, bien podrías invertir el tiempo y el dinero en averiguar cómo quedarte legalmente en ese lugar. Aunque este sería otro tema diferente.

Con esto claro, y a pesar de que puedas ser experto en tramitología (es decir, que seas capaz de facilitarte los trámites, perfeccionarlos o resolverlos con mayor eficiencia); son muchos los países a los que no podrás ingresar libremente.

¿Dónde podemos ir realmente a Traviajar?

Te hablaré como colombiana y no como española porque, la verdad, los españoles la tienen más fácil. Ellos pueden entrar a 172 países de 174, que es el máximo de países al que pueden ingresar personas de nacionalidades como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Finlandia y Suecia.

Los colombianos, en cambio, junto con los nacionales de Kazakstán, Omán y Tanzania solamente pueden ingresar a 66 países sin tener que hacer trámites de visado. Y por si tienes curiosidad por ello, los que lo tienen realmente crudo son los nacionales de Afganistán, que solamente pueden entrar a 28 países.

Actualmente, y no como hace varios años, los colombianos ya tenemos acceso libre a la Unión Europea. Anteriormente necesitábamos un visado que nos permitía acceder a más de 26 países en territorio europeo.

Pero bueno, a pesar de que los colombianos necesitamos visado para bastantes países, lo cierto es que al menos podemos pedirlo.

Puede ser un camellito de trámite: aburridor, demorado y costoso, y llegarte incluso cuando ya te han cambiado las circunstancias y no tienes la misma situación que te hizo pensar en salir del país… Pero igualmente te sirve para visitar por una temporada lugares como Australia, Asia, África, Estados Unidos e India.

Y por fortuna para nosotros, la fiesta es más sencilla para entrar a los países de Latinoamérica. Hay un convenio de libre circulación con lugares como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, México, Panamá y Perú, entre otros. Tenemos permisito para quedarnos hasta tres meses o más, en función de los trámites que hagamos y las restricciones que nos impongan.

Ahora viene lo jugoso: ¿cuáles son esos otros países a los que podemos ingresar como colombianos sin visado, y que no son de Latinoamérica? Atiende bien, porque son sorprendentes.

Tenemos Andorra (al norte de España), los principados europeos de Liechtenstein y Mónaco, el territorio de Palestina, San Marino, Singapur o la ciudad del Vaticano, por ejemplo. ¿Qué te parece?

¡Y nosotros pensando que no hay opciones interesantes!

¿Cuáles son los mejores sitios para Traviajar?

Cada quién define a la final cuáles son los mejores lugares para Traviajar según su propio estilo de vida e intereses personales.

Para mí son unos y para ti pueden ser otros muy diferentes, y por esto mismo no haré más que recomendaciones generales.

Por ejemplo, hay personas que disfrutan de la fiesta y prefieren lugares playeros y bien rumberos como Ibiza, Cancún o Phuket. Por mi parte prefiero lugares más aislados, mucho más tranquilos y con bellos paisajes.

Yo favorezco aquellos lugares que me inviten a explorar con calma y a mi ritmo. Aquellos donde puedo trabajar y descansar, pero que me resulten sobre todo inspiradores. ¡Y mejor si conecto bien con todo!

Me encanta disfrutar del ambiente, del clima, de las personas que lo habitan y sus modos de vida, de la comida local y detalles así. Aunque a veces me vuelvo vegetariana por conveniencia si no sé bien lo que hay en un platillo de comida…

Sin embargo, te invito de nuevo a que seamos realistas: cuando Traviajas no es lo mismo que cuando te vas de vacaciones

No has cortado tus vínculos con el mundo para tomarte un descanso, y por más que te guste la rumba o andar paseando todo el día, tu negocio y/o proyecto necesitan de tu atención.

Dicho de otra forma: te toca ponerte a trabajar y nivelarlo con la diversión, o tendrás más bien poco de ambas cosas y mucha frustración por el camino.

Porque un secreto te voy a contar: cuando Traviajas, trabajas más que cuando estas en casa. Y no solamente me refiero al trabajo que realizas hasta ahora, sino al esfuerzo de adaptarte a nuevos usos y costumbres, al funcionamiento local y a tus nuevas rutinas.

Vas a pasar tu día a día de formas diferentes, y es algo a tener muy en cuenta.

Esa es la vida traviajera y (por desgracia) muchos no están dispuestos a pagar el precio.

No te diré que te vayas a pasar todo ese tiempo así. Para nada, de hecho. Tus circunstancias y tu habilidad manejándote como traviajero tienden a mejorar con el pasar del tiempo.

Sin embargo, tienes que tenerte paciencia al inicio, porque vas a cagarla. ¡Tienes una curva de aprendizaje que superar para lograr tu nuevo estilo de vida!

Y sí: perderás mucho tiempo y tendrás acciones improductivas a montones. Gastarás dinero en balde, te timarán, puede que hasta te roben o que pierdas algo importante…

Negar que habrá contratiempos sería ingenuo como mínimo, y estúpido en el peor de los casos. No obstante, también lo sería omitir que aprendes un montón y refinas tus nuevos hábitos, podrás convertirte en una persona productiva y capaz de transmitir fielmente sus pasiones al resto.

El secreto está en ir perfilando poco a poco quién eres tú y cómo quieres que sea tu vida como traviajero.

Por cierto: si necesitas ayuda con ese proceso de clarificación, toma de decisiones y ejecución; tengo algo que ofrecerte: puedes unirte a mi comunidad de aprendizaje virtual donde mi pareja y yo acompañamos a aspirantes a nómadas digitales y a emprendedores que quieren hacerlo a su manera y ser fieles a su esencia.

Déjame un comentario más abajo o contáctame a través del formulario de esta web y te haré llegar más información sobre esta comunidad virtual.

¿Qué deberías tener en cuenta para elegir el mejor lugar para Traviajar?

Yo creo que cualquier lugar es bueno para Traviajar.

Al fin y al cabo, lo único irrenunciable que necesitas es una buena conexión a Internet y un lugar que te inspire. Así y todo, mis recomendaciones son las siguientes:

No te quedes en hostales, ni albergues, o los famosos “hoteluchos”

Sí, lo sé: son los que más se acomodan al bolsillo si quieres alargar el viaje a toda costa, pero tú no eres un mochilero. Quítate esa idea de la cabeza y bájate de esa nube.

Tú eres un Traviajero y como tal necesitas comodidad, seguridad y ciertos lujos. Algo como lo que ofrecen, por ejemplo, estos hoteles en Mazatlán.

Se trata de cubrir bien tus necesidades, sin pasarte ni por lo mucho ni por lo poco que gastas en ellas. Por ejemplo, piensa en proporcionarte lo más básico: un buen lugar donde dormir y trabajar, o donde alojar tus pertenencias mientras exploras.

Lamentablemente, muchos de los sitios de bajo costo (como los albergues para mochileros) no cuentan con esas prestaciones.

Estos lugares tienen muchas cosas buenas, claro que sí. De hecho, podemos destacar tres: convivencia, camaradería y menor impacto en tu economía.

Pero a la hora de trabajar no podrás hacerlo realmente. No estarás cómodo, podrás pasar malas noches y a la final tu trabajo se podrá ver afectado y como tal tu estado de ánimo y tu economía.

Así que elige bien y deja de verte como mochilero, ya que por mucho que viajes con menos no significa que formes parte del gremio.

Significa simplemente que sabes viajar cómodamente. Y por supuesto, eso no quita que sigas necesitando ciertas comodidades que los establecimientos dirigidos al perfil de un mochilero no pueden darte.

Paga por un buen acceso a Internet

¡Internet es la fuente primaria de ingresos para muchos que Traviajamos! Y no puedo hacer suficiente énfasis en escoger bien la tarifa que contratas.

Evita depender de terceras personas para no pasarte semanas incomunicado. Como comprenderás, esa es una gran putada, especialmente cuando tu trabajo se mueve gracias a tu capacidad de estar presente, aunque sea de manera virtual. Así que ojo con esto.

Un consejo básico sería este:

En todos los países hoy en día venden Tarjetas SIM con un plan de datos incorporado. A veces sale costoso, pero te puede salvar de que en el hotel o en el Airbnb donde te quedes haya una pésima conexión a Internet.

Como beneficio añadido, te sirve también cuando estés fuera de casa, pero no es el único motivo para adquirir una SIM. Sobre todo, tienes que tener SIEMPRE un plan B. Siempre.

Así que invierte sabiamente en la conexión y las comunicaciones. Al fin y al cabo, son parte de tu negocio. Requieres (y te mereces) el mejor acceso posible que puedas obtener.

Aliméntate bien

Por más que estés viajando, por más que estés conociendo otras culturas y por más que a veces no te guste lo que ves en el plato; por favor, aliméntate bien.

Es importante, o mejor dicho indispensable, que aprendas a alimentarte correctamente. ¡Nunca olvides que la alimentación es parte importante de tu vida!

No vale con meterte lo que sea al buche para salir del paso y no pasar hambre.

Muchos viajeros acuden a cadenas multinacionales de comida rápida para tener la seguridad de que podrán disponer de alimentos conocidos para ellos y de que les sentarán bien; pero esto puede ser más un pajazo mental que otra cosa.

Por mucho que se sigan los mismos procesos de elaboración, las condiciones locales hacen que tu organismo sufra procesos de adaptación que pueden hacer que el agua y la comida te sienten de forma distinta por más tratados que estén y por más que el proceso de elaboración de estos siga los mismos estándares en todo el mundo.

Así pues, te aconsejo que te alejes de la comida rápida, especialmente de los fritos y las comidas abundantes en grasas. Aprende a elaborar tus menús y comer sanamente.

¡Al final podrías acabar incluso ahorrando! Y no sólo en dinero, sino también en problemas estomacales y de salud en general.

Esto será de vital importancia para que conserves tus niveles de energía.

Además, te ayudará para que puedas disfrutar del país en cuestión durante todo el tiempo que pases allí… Y sobre todo para que luego, cuando “vuelvas a casa”, no te la pases lamentándote por tener 10 kilos más (o peor aún, que andes enfermo) por alimentarte mal.

Haz ejercicio

El hecho de irte traviajar no te da vía libre para volverte un holgazán y no dedicarle unas cuantas horas a la semana a cuidar de la máquina y ejercitar tu cuerpo.

Desde que estoy en contacto con mi nuevo amigo Miguel Camarena tengo claras dos cosas importantes en este sentido: entrenar tu cuerpo y realizar actividad física.

Cuando le entrevisté para el Congreso de Sexualidad Consciente aproveché para preguntarle cuál es la distinción que él haría entre estas dos cosas tan parecidas.

Me dijo que el entrenamiento es una actividad programada, dirigida y enfocada a un resultado concreto, y ejecutada de forma planificada. Sin embargo, la actividad física puede ser algo tan espontáneo como darte un paseo, jugar con tus hijos o con tus amigos, cargar las compras hasta casa o cosas así.

Ambas cuestiones te ayudan a mantener la salud si las combinas con un buen descanso, una buena alimentación y una buena mentalidad. ¡Recuerda que tu cuerpo es tu templo!

Y no sé si a ti te pasará igual, pero en mi caso veo demasiado a menudo que la gente siempre se queja tras un viaje. En especial de llegar más gordos, más cansados y con mucha menos energía.

Eso se debe a que se alimentan mal, a que no se ejercitan y sobre todo a que olvidan que Traviajar no es lo mismo que andar de locha (pereza) todo el tiempo.

Invierte bien tu tiempo y saca horas para ejercitarte y disfrutar de una vida mucho más saludable. Siguiendo con el ejemplo del hotel en Mazatlán, ¿por qué no escoger uno que tenga un gimnasio disponible para los huéspedes?

Quédate donde tengas la certeza de que quieres permanecer más de un mes

Si damos por hecho que estás escogiendo un lugar inspirador, que tienes ganas de conocer y de sumergirte en él, quedarte menos de un mes implica hacerle (¡y hacerte!) un feo.

Ya te lo he dicho: ¡Traviajar no es lo mismo que viajar de vacaciones ni que turistear! Y me voy a poner realmente pesada si hace falta para enfatizarlo.

Estar menos de un mes en un lugar no te va a dar la posibilidad de disfrutar realmente del sitio. Por eso mi recomendación, siempre según mi experiencia, es quedarte en los sitios por lo menos durante un mes. Eso te permitirá gozarlos mucho más.

Las personas normalmente se inclinan por playas porque son tranquilas. Hay quien dice que tener el mar cerca siempre relaja y aporta un estilo de vida distinto al del interior.

Eso sí, ya que tienes la posibilidad de elegir, escoge bien la ubicación.

Para mí un sitio bien ubicado incluye fácil acceso a los servicios de vital necesidad (transportes, alimentación, atención médica y similares), buena ventilación, vistas agradables, iluminación natural y cosas que te alegren la estancia.

¡Los zulos no son lo mío! Y por eso no me verás plegarme a un sitio cuyas vistas dan a un bloque de apartamentos o a una calle cerrada.

Y para ir finalizando… ¡Simplemente sal a Traviajar!

Con todo esto aclarado, no quiero decirte que no puedas marcharte a la aventura, ni que sea pecado estar en una ubicación turística o en un sitio con bastante movimiento.

Reitero: cada uno tiene sus gustos y necesidades, y lo importante aquí es conocer tus límites y saber qué quieres.

Elige sabiamente, porque Traviajar no es sencillo y puede pasar a ser realmente agotador si no sabes escoger dónde y cómo quieres vivir mientras Traviajas.

Teniendo estos puntos bien atendidos puedes elegir entre muchos lugares alrededor del mundo. Espero lo hagas a conciencia y sobre todo que disfrutes de la experiencia.

Y recuerda: si tienes dudas o te interesa unirte a mi comunidad de aprendizaje virtual, por favor escríbeme.

No pases por alto que Traviajar es un estilo de vida y que como tal debes enfocarlo a realizarte, expresar tu mejor versión y alimentar tus pasiones.

Por eso te aconsejaría no dejar fuera de la película el amor por la naturaleza, el ejercicio, la buena alimentación, el ocio sano y las buenas lecturas. Procura favorecer aquellos entretenimientos que te enriquezcan el alma y que no te carguen de mala energía todo el tiempo.

¡Esto es todo por mi parte en este momento!

Ahora es tu turno:

¿Cómo te va con la tarea de buscar un lugar para Traviajar? ¿Qué buscas cuando quieres encontrar un lugar para estar una larga temporada?

Imagen de: Rawpixel.com – Calender Planner Organization Management Remind Concept en Shutterstock.