Deja tu trabajo antes de que lo odies (o él te deje a ti)
Hoy estoy aquí para decirte que yo soy una excepción a la regla, y no es por presumir, muchas veces he sentido ganas de salir corriendo, dejar las cosas tiradas en mi trabajo, como tú, la diferencia es que cuando lo sentí lo hice y no miré atrás. Salvo para revisar lo que había aprendido.