Diferencias entre viajar y radicarte
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Diferencias entre viajar y radicarte

Como sabes, actualmente estamos empezando una nueva etapa en nuestra vida “estabilizándonos”. Nos encontramos radicados en las cercanías de Barcelona y esa quietud me ha brindado muchas enseñanzas y como llevaba tanto tiempo sin experimentar lo que lo que una inmovilidad consciente te ofrece es mucho lo que tengo para contarte.

Es por esto que he creado este posts que he llamado: diferencias entre viajar y radicarte, porque puede que no te haya pasado (una u otra), pero cuando te pase sabrás identificar mejor lo que puedes vivir en cada experiencia.

A continuación no te voy a hablar de viajar y trabajar al tiempo, sino simplemente de viajar: Ir a un sitio, conocerlo, explorarlo, exprimirlo y sentirte parte de él. El trabajo, aunque sabes que es nuestra compañera fiel, no lo tocaré en este post, así que todo lo bueno y malo que leerás está enfocado principalmente a la parte viajera.

Diferencias entre viajar y radicarte

Lo malo de viajar constantemente

Cuando viajas nunca sabes dónde vas a dormir la noche siguiente. Por más que lo hayas reservado con tiempo por Airbnb o Booking nunca terminaras por saber en qué tipo de lugar vas a dormir.

No tendrás idea si será cómodo, si será agradable, si te gustará, si cumplirá todas tus expectativas las cuales son inevitables y  siempre te las armarás antes de viajar.

Al principio esto es genial. Irse a la aventura, dejarse sorprender, hace que tu sangre bombeé y que la adrenalina fluya incontrolable. Sin embargo, tras un par de meses, esto deja de ser tan chévere y pasa a convertirse en una carga más que llevarás en tu equipaje.

Ojo que la línea de tolerancia es muy diferente para cada uno de nosotros y así como algunos pueden cansarse a las dos semanas, otros pueden aguantar dos años sin quejarse. Cada persona es un mundo y cada viajero lo es mucho más.

Cuando viajas, la cocina se convierte en un espacio extraño para ti que puede afectarte en mayor o menor medida dependiendo de cada una. Pero lo cierto es que con el tiempo extrañarás la comida hecha por ti, así te quede mal, es inevitable no extrañar la comida “casera”.

Cuando viajas la ropa es la misma durante meses, a no ser que viajes a lugares donde las estaciones sean activas, de resto la ropa no variará nada y eso a las mujeres, con el tiempo, nos cansa y nos aburre.

Sobre todo cuando sales a reuniones y empiezas a hacer nuevos amigos. No porque quieras sorprender a nadie, sino porque quieres sentirse sexy, algo muy normal.

Aquí la solución es viajar con la plancha de pelo, el maquillaje, las cremitas y hasta ropa extra para lucir. Pero seamos sinceras, esto se vuelve un lastre que vas dejando a medida que vas viajando, porque es una cosa tan superficial que te cansas al final si o si.

Cuando viajas el tema de las salidas sociales se limita a encuentros esporádicos unas pocas veces porque estás de paso y no hay tiempo para más.

Así quieras estar en reuniones o verte con otras personas que conoces de siempre, puede que ni lo hagas durante meses, ya que cuando visites sus países tal vez no vayas a las ciudades donde viven o no coincidan en tiempo para disfrutar juntos.

Cuando viajas ir a conferencias, talleres gratuitos, reuniones con personas que piensan o sienten igual que tú es una lotería y casi imposible que suceda en cada sitio.

Puede darse con más o menor frecuencia si te quedas más de un mes en cada sitio que visitas, pero si estás entre 5 días y una semana se vuelve muy complicado sacar tiempo para esto en tu viaje.

Hablando de esto, cuando viajas muchas veces quieres quedarte más tiempo en una ciudad o país, pero no es posible porque el visado se vence, el dinero se acaba y a la final la vida continua donde sea que vivas y toca volver a la realidad.

Lo bueno de viajar constantemente

Lo bueno de viajar es que conoces muchos lugares, lugares que te llenarán, no solamente la cámara de fotos, sino también el corazón. Cada lugar que visitas te enseña algo y te permite dejar una parte de ti.

Conocer un lugar es mucho más que estar de paso, es empaparse de su cultura, de sus creencias, de su forma de ver y vivir la vida. Es un cambio que todos deberíamos experimentar en algún momento de nuestra vida.

Lo bueno de viajar es que disfrutas de mucha variedad a la hora de comer, y sí puede que te dijera que extrañarás la cocina, pero siempre que viajes es indispensable conocer la comida del lugar que visitas.

Es una excelente manera de conocer cada nuevo lugar. La comida te adentra a la nueva experiencia que estás viviendo y así te mueras por cocinar tu misma, sería bueno darle la oportunidad a la comida fuera de casa aunque sea una vez durante el viaje que estás realizando.

Cuando viajas aprendes a vencer los apegos, porque resulta que dejas de preocuparte por cosas tan superficiales y sin importancia como la ropa que usas o si estás o no maquillada.

Cuando llevas muchos meses viajando descubres que lo mejor de todo es no darle importancia a eso y disfrutar más de la gente y de lo nuevo que estás experimentando.

Cuando viajas conoces personas nuevas cada día y lo mejor de todo estás personas te enseñan tanto que cuando estás en casa las recuerdas y no dejas de sonreír por todo lo que aprendiste y todo lo que se te ha quedado en el corazón gracias a ellas.

Cuando viajas aprendes a abrir tu mente a nuevas experiencias y sobre todo a nuevas creencias. Aprendes a ser más tolerante, paciente y amoroso con el prójimo, ya sea extraño o la persona que tienes al lado.

Lo bueno de estar radicada

Cuando estás radicada, siempre vas a dormir en la misma cama, con la misma almohada y la misma colcha.

Sabes dónde tienes todo lo necesario y estás cómoda, en mayor o menor medida, eso dependerá del grado de privacidad y autonomía con el que vivas.

Cuando te radicas la cocina y tu vuelven a ser amigas, cocinas más seguido y se puede decir que comes mucho más sano que cuando viajas.

Ojo que viajar no es sinónimo de comer comida chatarra todo el tiempo. Hay gente que está radicada y la cocina la tiene de adorno, pidiendo a domicilio todos los días comida nada sana.

A lo que voy es que tienes más tiempo para cocinar si te apetece, invitar amigos a comer y explorar tu vena culinaria.

Cuando te estabilizas la ropa y los zapatos abundan en tu armario. Muchas de estas cosas ni la usas durante años, pero ahí está y desprenderse de ella es un dolor impresionante porque es tu ropa y en algún momento volverás a usarla.

Cuando te estabilizas puedes disfrutar mucho más de eventos locales, reuniones, capacitaciones y demás encuentros que cuando viajas es mucho mas complicado encontrar o acertar precisamente por la movilidad.

Cuando te radicas puedes fortalecer las relaciones que hagas con personas extrañas. Tendrás más tiempo para hacer amistades duraderas y sobre todo tendrás una vida social mucho más activa.

Lo malo de estar radicada

Lo malo de estar radicada es que cuando llevas mucho tiempo viajando te cuesta acostumbrarte a no moverte, a estar en un mismo lugar, ver las mismas personas todo el tiempo y crear una rutina.

Esto puede tardar más o menos tiempo dependiendo de cada persona y situación que viva.

Lo malo de estar radicada es que en vez de preocuparte por cosas como dónde vas a dormir, te empiezas a preocupar por qué vas a cocinar ese día.

Sí, está muy bien eso de querer cocinar y aprovechar que tienes ahora cocina para hacer grandes platos, pero todos los días te preocupas por qué vas a comer, cómo lo vas a preparar y llega un momento donde todo es lo mismo de siempre, no hay variedad.

Lo malo de estabilizarte es que ahora toda tu familia quiere que dejes de voltear, que estar radicado es mucho mejor, pues así ellos dejan de preocuparse por ti y pasan a buscar otras preocupaciones.

Poco les importa que a ti esa vida de viajero te guste, para ellos lo importante es que empezarán a estar tranquilos y felices sabiendo que tú ahora estás estable.

Tal vez es algo exagerado, puede que sí, pero así se siente uno cuando presionan y presionan con el tema de “qué bueno que estén estables, ya era hora”, “eso de voltear no es lo mejor”, “llega un momento en la vida donde es necesario estar quieto”.

No les quito la razón del todo, pero esa necesidad de decirlo es la que cansa un poco 😉

Lo malo de estabilizarse es que hay muchos gastos involucrados que no tienes cuando viajas constantemente, como por ejemplo: Cuotas de los teléfonos móviles, Internet en casa, fianza por alquiler, ropa nueva, objetos para la casa, entre muchos otros.

[piopialo vcboxed=”1″]Cuando viajas también tienes gastos, pero allí los consumos son otros y muy diferentes.[/piopialo]

Podría seguir mencionando más diferencias entre viajar y radicarte, pero la verdad es que esto solamente lo podrás decidir tu cuando vivas la experiencia.

¿Te animarás a contarnos cuáles son las diferencias entre viajar y radicarte para ti?

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40 comentarios

  1. Mira que me ha resultado muy didáctica vuestra comparativa, pienso Dios mediante radicar en España, Tenerife para ser exactos y particularmente me encanta viajar pero establecerme es ahora una prioridad por la nueva familia que formaré. A ver que tal nos va.

    1. J.William pues me parece que has elegido muy bien, el mar siempre es una compañía maravillosa y el buen clima todo el año será genial para la adaptación. Espero nos vayas contando qué tal te va todo.

      Un abrazo,

    1. Gracias Adara, pues yo que tú empezaría con los peques, que con ellos también se puede. No que sea lo mejor del mundo, ni lo ideal pero siempre es posible 🙂

      Un abrazo guapa y muchas gracias por tu comentario 🙂

  2. Hombre, a mí me parece que la comparativa que hacéis es entre personas muy concretas. Uno almacena ropa y trastos si uno quiere, no todo el mundo tiene familias amantísimas que no quieren que uno viaje, y lo de que las mujeres necesitan comprarse ropa para sentirse sexies… pues…
    En mi opinión, la mayoría de esas cosas son problemas derivados del capitalismo y el estilo de vida impuesto por éste. La solución pasaría por tomar conciencia de lo que uno hace y del mundo en que vive, tampoco es necesario vivir una vida nómada.
    Ahora bien, yo soy viajera como vosotros y os doy toda la razón del mundo en que para mí es absurdo pagar alquiler o hipoteca, agua, luz, gas y todas las facturas derivadas de una estancia en un sitio en cuya sociedad no te interesa participar de por vida, sino simplemente observar para aprender.
    Gracias por hacernos pensar 🙂

    1. Hola guapa, muchas gracias por tu valioso comentario. Es verdad que estamos en un mundo muy capitalista y es la triste realidad, aprender a vivir con poco y consumir solamente lo necesario es un arte que se adquiere con práctica y muchos años. En cuanto a las mujeres que les gusta sentirse sexy con la ropa, qué te puedo decir, tengo muchas amigas “raras” jajaja

      Un abrazo y gracias de nuevo por pasarte por aquí y dejar tu granito de arena 🙂

  3. Me parece muy buena tu entrada, muy real.
    Me pasa que cuando regreso a mi casa me siento triste por estar quieta, siento la necesidad de viajar porque me siento ahogada y me agobia ver siempre lo mismo..
    Cuando ando de viaje lo disfruto al mil pero llega un punto donde extrañas a tu familia mas cercana. jajajaja.. n.n
    Saludos

  4. Como diria mi madre, lo ideal es un poco de todo, como en botica, todo en mucha cantidad cansa y aburre. Yo creo que es mejor un poquito de cada, y la opción de poder cogerlo cuando nos apetezca.

    Besitos de caramelo

  5. Nunca me ha pasado lo de viajar permanentemente. Mi trabajo era estable en un sitio y no viajaba por el, aunque antes de tener a los peques, en cuanto teníamos vacaciones perdíamos el culo por marchar fuera del país y perdernos. Por mi no había vuelto…Pero como bien dices, el dinero se acaba o las vacaciones y hay que volver a la realidad y regresar a trabajar. Siempre he dicho que si me tocase una buena lotería volvería a pegarme esos viajes eternos de los que disfrutaba tanto antes.

  6. Bueno te reitero la dificultad que puede ser para mi este estilo de vida, pero no dejo de admirar lo que haces, me gustaría ahondar más sobre el tema pero para viajes cortos, por lo pronto disfruta esta “quietud” para recargar de salir luego con más impulso a volar lejos… Un abrazo mi guapa!!!!

  7. Hola 🙂 He de confesar que la idea de viajar y vivir nuevas experiencias, conocer mas gente, mas cultura, mas sabores claro esta jaja , me fascina, las pocas veces que he podido salir a otro lugar, desconectar me ha venido de perlas, pero luego añoro mi estabilidad (mi camita, mis cosas, mi casa) es lamentable por otro lado por que quieras o no es una atadura que no te permite volar a otros lugares sin pensar en lo que dejas, pero claro a la vez tiene su lado positivo por que como dicen NO HAY NINGÚN LUGAR COMO EL HOGAR, pero y si dejamos de ver solo una zona como nuestro hogar y si ampliamos y vemos al planeta entero como tal, yo creo que ahí nuestros temores se disiparían jaja ^.^ Besoss

    1. Kats por ahí una vez hice un artículo donde hablaba sobre el hogar y sabes cuál fue mi conclusión? Que nuestro hogar está donde está nuestro corazón. Sin embargo, para llegar a ello, hay que desprenderse de mucho 😉

      Un abrazo guapa 🙂

  8. Yo admiro mucho a las personas que tienen la capacidad de estar de un lado a otro. A mi aunque me gusta viajar, no soy de hacerlo tanto. Soy más bien de sentirme “estable”, tener un hogar donde llegar y relajarme. Supongo que cada persona es un mundo y por lo mismo tiene gustos y deseos diferentes, pero tu post es muy interesante. Sobre todo porque muestra ambas caras de una moneda y las cosas buenas y malas de ambas. Besos.

  9. A mí me encantaría coger una mochila e irme por ahí, recorrer el mundo y observar todas las culturas diferentes que hay, conocer y llenarte de un montón de cosas nuevas.
    Creo que es una experiencia que hay que vivir al menos una vez, sobre todo por esa sensación que seguramente te da de libertad.
    Muy buenas las comparativas. Está claro que todo tiene sus pros y sus contras, pero también depende de como sea cada persona y de como se sienta mejor.
    Un beso.
    MMEUC

    1. Es así guapa. La verdad es que viajar te da una libertad que es muy diferente a la que sientes cuando te independizas o cuando haces cosas “porque te da la gana”. Además te enseña mucho sobre la vida, otras personas y más aún sobre ti misma. Cuando puedas, toma tu mochila y vete a recorrer mundo guapa.

      Un abrazo,

  10. guau! vaya post mas super completo! acabo de hacer todo un descubrimiento con tu blog y es que a mi familia y a mi nos encanta viajar y conocer lugares nuevos y tu blog nos viene genial.

  11. Interesante punto de vista, considero que todo va en lo que realmente queramos hacer en nuestra vida y las experiencias que queramos experimentar, pues así como a muchos les gusta viajar y conocer diferentes culturas, a otros les resulta más cómodo quedarse en un lugar fijo para toda la vida, es así como se sienten más seguros, dejando los viaje solo para épocas vacacionales.

    En lo personal me encantan los viajes, pero cuando ya has decidido tener una familia lo mejor es radicarte y dejar los viajes para compartir en familia.

    Me gusto mucho tu post, Un saludo!