cosas que he aprendido trabajando para otros
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9 cosas que he aprendido trabajando para otros y con otros

Son muchas las cosas que he aprendido trabajando para otros, aunque hace mucho que tengo independencia en este sentido, la verdad es que el trabajo que realicé para otras personas en su momento marcaron mucho mi vida y me enseñaron grandes cosas.

Foto de: Shutterstock
Foto de: Shutterstock

Pensando en ello he preparado este post que quiero dedicar a todas las personas que les ha tocado tener un trabajo en el cual no han estado a gusto, porque como tú, yo también he estado ahí y puedo decirte, con total seguridad, que no hay trabajo malo, el cómo la pases y lo que aprendas de él, dependerá de ti a final de cuentas.

9 cosas que he aprendido trabajando para otros

En algún momento te he mencionado mi último trabajo, pero creo que poco te he hablado de los trabajos que tuve antes de ese, así que empezaremos.

Debo decir, que he tenido la fortuna de no trabajar en mi niñez, salvo en temas que me gustaban como hacer inventario en los supermercados del pueblo o repartir volantes contratada por agencias de publicidad, que en mi pueblo funcionaba a más baja escala, pero que era genial porque te permitía conocer gente y sobre todo tener un dinero extra para las fiestas 😉

De estos primeros trabajos aprendí dos cosas:

Ahorrar

En mi casa el dinero no sobraba y después de que mi padre perdiera su negocio las cosas se pusieron difíciles, por lo cual hasta el dinero de la “mesada” mermo considerablemente, esto hizo que valorara cada peso que recibía.

La experiencia me enseñó, a una edad donde uno solamente piensa en gastar y tener lo mejor para presumir con sus amigas, a ser ahorrativa y a gastar lo justo. Agradezco mucho ese aprendizaje porque hoy en día no soy nada “gastona” y siempre que compro algo lo hago con la convicción de que realmente es algo que necesito.

Aprovechar las oportunidades

En un pueblo pequeño, siendo menor de edad, los trabajos no abundaban y por eso tocaba aprovechar cuando llegaban las agencias solicitando jóvenes para repartir volantes o dar información en los mercados, así como cuando llegaba la época de inventarios en los supermercados, algo que desde luego daba trabajo y dinero, pero había que estar pendiente, porque si se te pasaba te quedabas sin trabajo esa temporada.

Esos fueron mis primeros trabajos en mi pueblo, sin contar que ayudaba a mi madre en su papelería, aunque claro, ahí no ganaba un sueldo como tal, a no ser que convenciera a mi madre de que me pagara algo, si hacia buenas ventas.

Cuando salí del colegio, con 17 años, no tenía muchas opciones, me fui donde unos tíos que vivían en Cali, la ciudad más grande cerca a mi pueblo y la verdad fue durísimo.

Conseguí un trabajo un par de meses ayudando en una empresa donde vendían elementos de construcción, pero convivir con mis tíos fue un cambio del cielo a la tierra.

El trabajo como tal no era complicado lo que realmente se me hizo difícil fue vivir con mis tíos. Yo venía de una familia que confiaba en mi, de un pueblo donde no pasaban cosas malas (casi nunca) y donde era la dueña de mi vida.

Podía salir, tener amigos, llevarlos a casa. Donde mis tíos, las salidas eran de casa al trabajo y del trabajo a la casa, tener amigos era un suplicio y llevarlos a casa, imposible.

Así aguanté como 5 meses y antes de cumplir los 18 regresé a casa, con la idea no volver a esa ciudad y menos vivir con mis tíos. En ese entonces aprendí que:

La vida no es fácil

Para nada, a veces tendrás que hacer cosas que no quieres y convivir con personas que no te entienden para conseguir tus sueños, lo que deberás evaluar es si estás preparada para ello y en caso de que no, intentarlo en otro momento.

El hecho de que la vida no sea fácil no quiere decir que debe ser aburrida y que tengas que aguantar porque sí, si hay otras alternativas todo es posible.

Todos arriesgamos y perdemos algo para cumplir nuestros sueños, el asunto está en revisar cuáles son estos realmente y qué estás dispuesta a dar por hacerlos realidad.

La independencia económica no tiene precio

A pesar de que cambié mi vida de libertad en mi pueblo por la asfixiante vida con mis tíos, la verdad es que la independencia económica no tiene precio.

Sentir que puedes comprar algo con un dinero que has ganado en una ciudad que no es la tuya, es una sensación increíble. Recuerdo que ese año, fue la primera vez que le di regalos de Navidad a toda mi familia y eso me dio una gran alegría.

Después de esto estuve un año en mi pueblo, estudiando todo lo habido y por haber: desde contabilidad, hasta modistería, manicura y pedicura, piñatería, sistemas, secretariado… En fin, no paraba, buscando algo que me gustara y sobre todo que pudiera darme una posibilidad económica en el futuro.

Como no tenía dinero para entrar en la universidad me tocó tirar de muchas cosas, pero de trabajo nada, porque en mi pueblo los únicos trabajos “buenos” no me gustaban y para los otros, ya estaba muy vieja 😔

Así que cuando cumplí 19 años junto con una amiga decidimos irnos a vivir a una ciudad grande: Cali o Armenia, con la idea de buscar fortuna y ver si podíamos conseguir algo para mantenernos.

Ese era el sueño, el asunto fue que cuando nos fuimos para Cali, para estar en el evento de una buena amiga, mi tío, quien me ayudó cuando tenía 17 años, me ofreció la posibilidad de un trabajo donde un cliente suyo.

Allí necesitaban una chica por 3 meses, mientras la esposa se iba de vacaciones. Era un trabajo temporal, pero me venía genial, porque nos podía dar algo de dinero para lo que tenía planeado con mi amiga.

Así que acepté, fui a la entrevista y me contrataron, por ese periodo.

El trabajo era simple: recibir electrodomésticos, meterlos en un sistema, atender el teléfono y así todo el día.

Fue mi primer trabajo de atención al cliente y de manejar un computador. Todo se hacía con código en DOS y a mi me parecía primitivo (en ese entonces ya), pero fascinante.

Contestar el teléfono, atender clientes enojados y calmarlos, todo era un reto y yo estaba encantada, aunque mis compañeras se veían astiadas de lo mismo todos los días.

Esos tres meses pasaron súper rápido y cuando menos pensé ya había llegado la esposa del jefe.

Para mi sorpresa, él estaba tan contento conmigo que me ofreció un trabajo permanente, con un contrato laboral y todas las prestaciones que eso significaba. Allí estuve 3 años y medio y fue un lugar donde aprendí muchísimo:

Dar lo mejor siempre, así la recompensa sea poca

Estaba en un trabajo temporal, es verdad, pero yo lo di todo esos tres meses.

Aprendí todo lo que me enseñaban como si me fuera a quedar allí toda la vida. No lo asumí como que me iba en poco tiempo, tampoco tenía pensado quedarme mucho, pero disfrutaba tanto aprendiendo que absorbía encantada.

Di lo mejor de mi en cada momento y lo disfruté mucho. Todos los años que estuve allí, a pesar de algunas situaciones incomodas, de abusos de poder y de muchas cosas más, la verdad es que fue una escuela estupenda para mi.

No tener miedo a lo nuevo

Puedo decir que en este trabajo destaqué porque no tenía miedo a las cosas nuevas.

Unos meses después de mi llegada el jefe decidió cambiar su sistema basado en DOS por uno basado en SQL, con mejores ordenadores y todo un sistema nuevo.

Todas las personas que trabajaban allí con el ordenador, que éramos 5, pusieron el grito en el cielo y la negación por el cambio fue impresionante.

Había una gran resistencia, mientras que yo estaba fascinada por aprender algo nuevo, por ver el futuro de las bases de datos y de este maravilloso mundo.

Eso me ayudó a destacar, fui la que más rápido aprendió el funcionamiento de todo y la que quedó como contacto del desarrollador. Era la que hacía capacitaciones y enseñaba a cada uno cómo hacer mejor su trabajo.

Eso me ayudó a no quedarme como “secretaria” y pasar a ser asistente y luego directora de área.

Escalar y motivarte siempre

En este trabajo aprendí lo importante de estar motivada y de motivar a otras personas a hacerlo mejor, pero sobre todo aprendí que la mejor motivación viene cuando no te cansas de aprender y quieres hacerlo mejor cada día.

Escalar también es importante, ir ascendiendo en puestos, no solamente para mejorar tu sueldo sino también tener más responsabilidades y ver tu trabajo florecer, eso no tiene precio, y es algo gratificante a más no poder.

Después de este trabajo, que dejé sencillamente porque llegó un momento donde me agoté y sentí que no aprendía nada y por el contrario me estaba quitando mucha tranquilidad, pasé a trabajar en una multinacional.

Te diré que no fue fácil dejar este trabajo, estaba haciendo mi primera carrera que costeaba yo misma gracias al sueldo que tenía. No vivía sola, mis tíos me seguían ayudando, pero no aguantaba más y preferí dejarlo todo y volver a mi pueblo que seguir trabajando allí.

Por fortuna encontré una oportunidad para trabajar en una multinacional como reemplazo de la asistente del Director Comercial mientras pasaba su baja de maternidad. Fueron 4 meses geniales, donde aprendí mucho y conocí gente increíble.

Mi jefe quedó tan contento conmigo que cuando el tiempo se agotaba y yo ya estaba empezando a mandar hojas de vida a otro lado, me dijo que no me preocupara que él me iba a reubicar en otra área de la empresa.

Así fue como empecé a trabajar en el área de normativas, donde se evalúa que toda la gestión de las normas ISO y demás se cumplan. Fue genial la experiencia y si no fuera porque un año después decidí que era necesario que mi vida personal diera un giro, me hubiese quedado allí haciendo carrera.

En esta multinacional aprendí que:

Los sueños se hacen realidad

Definitivamente si tienes un sueño puedes hacerlo realidad, el tema está en que estos se harán realidad si trabajas por ellos y sobre todo estás dispuesta a aceptarlos.

A veces los sueños se hacen realidad, pero tú ni cuenta te das porque estás preocupada por otras cosas.

Trabajar en una multinacional te da una perspectiva diferente sobre la vida misma y es impresionante todo lo que aprendes, así sea haciendo un trabajo tan sencillo como ser secretaria de un alto directivo.

De allí cambié de ciudad, de vida y desde luego empecé de cero nuevamente, esta vez en una ONG, donde trabajé durante 9 años.

Una experiencia maravillosa que me hizo crecer considerablemente, pero sobre todo que me enseñó el poder las buenas desiciones, de defender aquello que crees y sobre todo no dar tu brazo a torcer cuando sabes que algo está mal.

No fue un trabajo fácil, ni único, pasé por demasiados puestos estando allí, pero sí puedo decirte que son muchas las alegrías que recuerdo de mi paso en esta Fundación y lo mucho que aprendí de cada persona que pasó por mi vida. De aquí me quedó con:

Descubrir que hay otras maneras de trabajar

Gracias a este trabajo fue que empezó mi vida como nómada digital por allá en el 2007, cuando un día le dije a mi jefe que quería seguir trabajando en la Fundación pero a 700 km de distancia.

Fue un riesgo, pero todo se dio bien y desde entonces y aunque trabajar con otras personas, cara a cara y mano a mano me parece genial, también descubrí que trabajar a distancia tiene su encanto.

Aprendes a valorar más el tiempo que pasas con tus compañeros, añoras el contacto, pero también cada llamada y cada visita se vuelve más importante y aprendes que hay muchas maneras más de trabajar y de hacer las cosas bien, todo está en que tú quieras hacerlo para conseguirlo.

Podría decirte mucho más que 9 cosas que he aprendido trabajando para otros, porque la verdad hay mucho más que se me queda en el tintero, sin embargo tampoco quiero agobiarte, es verdad que viví situaciones malas en todos los trabajos, porque no todo es bueno, pero como de aprendizajes hablamos lo que queda son las cosas buenas y eso es lo que quiero decirte.

Puede que ahora estés pasando un mal momento, que tu trabajo te esté asfixiando, que las cosas vayan mal, pero en un futuro verás atrás y solamente te quedará recordar lo bueno y sobre todo lo que has aprendido de la experiencia, y si realmente no aguantas más, recuerda que siempre puedes dejar tu trabajo antes de que lo odies.

Por lo tanto, vívela intensamente, puede que no sea la mejor ahora, pero seguro algo podrás aprender y eso que aprendas, te ayudará a ser mejor profesional y mejor persona en el futuro.

Te gustaría contarme ¿Qué has aprendido tú trabajando para otros?

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22 comentarios

  1. ¡Olé tú! Me siento muy identificada contigo y se nota que eres toda una luchadora. Yo igual, he estado mucho tiempo como autónoma y ahora estoy en una etapa de un nuevo “aprendizaje” para poder montar mi propia escuela que ha sido el sueño de toda mi vida. Muy buen relato!

  2. ¡Hola cielo!
    Sin lugar a dudas, eres de las mías. Una persona inquieta, que no le teme a nada y sobretodo que se queda con las cosas positivas de todo lo que hace, sea o no de su gusto.
    Mi experiencia laboral empezó cuando era estudiante y por decisión propia. Siempre he sido una persona muy independiente y no me ha gustado pedir ayuda y mucho menos dinero. Así que cuando vi la oportunidad empecé a trabajar los veranos. Después en mi época universitaria, seguí trabajando en diferentes sectores a la par que estudiaba, para poder así pagar mis estudios y tener unos ahorrillos para mis gastos (Aunque debo puntualizar que sin la ayuda de mi madre, que me pagaba el piso puesto que me fui a Barcelona, nada hubiese sido posible). Y bueno, ya con los estudios terminados (aunque siempre intento ampliarlos) he ido trabajando de cosas que más o menos se han adaptado a mis gustos y mis estudios, al igual que no han tenido nada que ver con todo ello. Es decir, trabajos que a priori no me gustaban para nada pero de los que puedo decir que aprendí mucho y alguno terminé amando.
    ¿Y qué aprendí? Que lo importante es el valor que tú le des a las cosas. Es decir, si no te gusta pero intentas hacerlo bien, ser un buen profesional, te llevas un aprendizaje que no se aprende en ninguna escuela o universidad. A tener mucha paciencia con los compañeros, porque no todos trabajan por igual y eso puede ser motivo muchas veces de conflictos. Así que mejor evitarlos, eso sí, defendiendo bien tu trabajo y sin dejarte menos preciar. A no ponerte límites. Es decir, como bien dices, ir escalando y motivándote al mismo tiempo con todo lo que hagas. Y que si no te gusta, que si ese trabajo es una tortura, como bien dices, dejarlo. Que es lo que hice yo en uno de mis anteriores trabajos, y es la mejor decisión que he hecho en mi vida.
    Me dejo muchas cosas por decir, pero creo que ya me he excedido comentando.
    Sólo decirte, una vez más, que es un artículo lleno de buenos consejos para todos aquellos que tienen miedo a un trabajo desconocido, o aguantan porque es necesario trabajar. Los miedos, las dudas, siempre van a ser nuestros peores enemigos.
    Besos

    1. Guapa, muchas gracias por tu post y por compartirnos un poco de tus aprendizajes y experiencias en tus trabajos. La verdad no es sencillo trabajar para otros, pero como dices, todo está en cómo lo afrontamos y en qué queremos vivir y la experiencia que nos va a quedar 🙂 Un gran abrazo guapa y de nuevo gracias por tu comentario 🙂

  3. Gran post. Desde luego los inicios no son fáciles y están llenos de dudas y miedo, pero con esfuerzo y motivación se puede conseguir. A día de hoy yo puedo decir que trabajo de lo que me gusta y aspiro a mucho más desde luego, no hay que conformarse.

  4. Hola Diana! Y al día de hoy sigo trabajando por otros, y claro que es diferente porque es para mi familia, he obtenido mucha experiencia he aprendedio mucho mas que en otros trabajos que he tenido, porque es muy diferente el trabajo en casa, y sin paga, de ahí la razón de trabajar un poco vía blog y canales de youtube, pero debo aclarar que esto no te da para vivir, no se como le hagan otros, aun tratando de invertir, que el tiempo es mucho y de verdad el tiempo es oro hoy en día, para tus hijos, tu pareja, para ti misma y para otros, creo que la mayor parte de nuestra vida trabajamos para otros, tanto de forma profesional como personal. Y el trabajo que todos hacemos por mas pequeño que parezca es un trabajo, siempre proveerás servicios.
    Hace años trabaje por algunos años para empresas, que la verdad me quedaron recuerdos, algunos buenos y y otros no tanto, pero sin duda ganas la experiencia de como tratar a la gente, como aprender de ti y como reaccionas ante ciertas situaciones. De verdad que con quien mas se aprende es con los hijos, tu pareja y de ti mismo, no puedes decir NO, al rato, no y menos si tienes bebes las exigencias son mas grandes y es por eso que nos volvemos un poco protectoras de aquellos que amamos y por quienes daríamos todo.
    De forma monetaria nunca he tenido un buen trabajo donde me paguen bien, me han pagado pero no como quería, y desgraciadamente los puestos son eternos para unos y para otros son inalcanzables y no solo es uno, o dos son muchos los que hacen lo que nos les gusta y te venden la frase de ” si no tienes lo que quieres, quiere lo que tienes ” aun sabiendo que puedes lograr muchas cosas.
    La psicología en los trabajos es más que la actividad física.
    De todo trabajo se aprende por mas simple que sea, solo es cuestión de ser receptivo y saber que es lo que quieres, tal vez no a futuro pero si en ese momento.

    1. Guapa y en el futuro también, porque a la final lo que te queda es el aprendizaje de lo vivido y de las experiencias que has tenido. Una cosa con el tema de ganar dinero con tu blog y el canal de youtube, es posible, requiere un poco de trabajo los primeros años, pero como todo trabajo, al principio no ves los beneficios, pero llegarán, no desistas guapa, lo estás haciendo muy bien. Un abrazo 🙂

  5. Sinceramente Diana comparto contigo todo lo que has aprendido trabajando para otros… Cuando trabajar es la única opción. hay que saber detenerse, analizar, evaluar pros y contras, aprender (porque siempre se sacan enseñanzas) y finalmente seguir o cambiar de rumbo. A mi siempre me gusta ver el vaso medio lleno, incluso de las peores situaciones laborales tengo buenos recuerdos, porque me fui sabiendo qué me gustaba, qué no, errores cometidos que, por supuesto, son oportunidad para no volver a cometerlos.
    Muy interesante tu análisis y gracias por compartirlo.

  6. Hola
    Me ha gustado mucho tu manera de expresarte, como tu bien dices en la vida nos pasan cosas a veces no muy buenas pero lo importante es aprender de todas ellas, siento que al vivir en casa de tus tios no estuvieras a gusto, pero a veces tienen que suceder cosas que no nos gustan para que luego vengan las buenas, cada persona tiene una historia diferente y lo importante es finalizarla como la tuya aprendiendo, madurando en un trabajo nuevo y con tu propio dinero, sin tener que pedir ayuda, es una satisfacción plena. A la vez que tu también trabajé y al poco me independizé para vivir con mi novio y me arriesgué a comprarme una casa a pesar de que los trabajos no estaban muy bien pero a veces en la vida hay que arriesgarse para que tus sueños se hagan realidad, ahora me siento muy contenta de la reacción que tuve, evidentemente no podría hacerlo sin la ayuda monetaria de mi familia a parte de mi trabajo.
    Un beso!

    1. Guapa, como bien dices a veces nos pasan cosas no tan buenas, pero a la final cuando miras atrás descubres que no fue tan terrible, aunque en ese momento era lo peor. El asunto es aprender, sacar el mejor partido a la situación y no pensar que por necesitar ayuda, lo estás haciendo mal, porque no es así 🙂

  7. ¡Hola Diana!

    Tal como está el mundo laboral ahora mismo, este post que has preparado es de mucho agradecer. Ninguna época es igual. Hay algunas muy buenas y otras muy malas y debemos aprender a adaptarnos.
    Yo soy de la opinión que de lo más sencillo puedes sacar una aprendizaje si quieres y estás atento. Por eso creo que cada uno de los trabajos en los que he estado me han enriqucido y me han esneñado a ser la persona que ahora soy.
    He dado punta pala de horas para empresas ajenas y tengo claro que ahora quiero y deseo darlas para la mía propia.
    Creo que uno de los mejores consejos que nos has podido dar es el de ahorrar. Pues nunca sabes cómo será tu mañana y el despilfarro porque sí, no trae nada bueno.

    ¡Un abrazo!

    1. Gracias guapa por tus palabras, la verdad es que es genial trabajar para otros, hasta cierto punto, pero nada te da más satisfacción que hacerlo para ti misma. Gracias por tus palabras y un gran abrazo de vuelta para ti 🙂

  8. Me parece maravilloso tu aprendizaje y te doy la razón en dos cuestiones que siempre siempre intento cumplir: Dar lo mejor siempre de mi misma y no tener miedo a lo nuevo, pues avanzar pasa por cambiar. De tu reflexión sin ninguna duda me quedo con una frase que me ha llegado hondo y que creo es una verdad como un templo “A veces los sueños se hacen realidad, pero tú ni cuenta te das porque estás preocupada por otras cosas”
    Un gran post!!

  9. Trabajar te da una experiencia y una enseńanza de vida que no se puede resumir en 9 cosas aunque comparto contigo muchas de las que has detallado y muy importante lo de que no nos damos cuenta cuando alcanzamos nuestros sueńos porque estamos mas preocupados por todo los demas
    Yo trabajo en una multinacional y espero algun dia alcanzar mi sueńo de momento

    1. Gracias guapa por tus palabras, una pena que se haya cortado el mensaje,pero creo que se entiende lo que quieres decir. El asunto está en seguir luchando por nuestros sueños siempre 🙂 Un abrazo 🙂

  10. Me ha gustado mucho tu post, me gusta la manera en que lo explicas todo. Me gusta el de ahorrar pues nunca sabes cuando vas a necesitar de ello. Y si no hay que tener miedo se lo nuevo y dar todo. Yo por ahora estoy en mi primer empleo y desde que decidí entrar allí no tuve miedo de nada, me gusta mi trabajo, me gusta lo que hago y con la gente que me he relacionado a sido agradable

  11. Hola Diana, tienes aprendido mucho y lo compartes de una manera muy cariñosa.
    Me quedo con “la vida no es fácil”, “da lo mejor de ti, aunque la recompensa sea poca” y “los sueños se hacen realidad”.
    Lucho con uñas y dientes para sentir fuerte, respirar a fondo…y por supuesto algo que llevo a rajatabla “levantarme cada vez más rápido tras un golpe”
    Un Saludo y sigue así que que está muy bonito.