La Tierra se lleva en el corazón
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¿Qué tan arraigados estamos a nuestra tierra?

Te ha pasado que hablando con amigos, familiares o conocidos sobre tus experiencias de viaje o tu idea de emprender un proyecto de vida en otro país, te digan una frase como esta: “Como mi tierra no hay nada”.

Estando en Colombia, he escuchado mucho esa expresión. Aunque debo confesar que también se la escuché a más de un español y es que esta expresión la escuchas en Colombia, España, México, Argentina, Estados Unidos y se puede decir que en el mundo entero.

La Tierra se lleva en el corazón

Teniendo en cuenta que no soy parcial en este tema, he decidido preguntar a personas (viajeros y migrantes), que como yo, ya tienen algo de experiencia en viajes y saben lo que es estar fuera.

Ellos han tenido la oportunidad de extrañar, volver, comparar, comprobar, revivir, pero sobre todo saben valorar lo que tienen y lo que han perdido.

Qué tal si vemos lo que me dijeron y al final me cuentas si te sientes identificado o si tienes una visión diferente.

¿Te sientes identificado con la expresión “Como mi tierra no hay nada“?

Pocas personas dijeron que sí (2). La mayoría dijo que no. Sin embargo, todos coincidieron en una cosa: La familia es lo que realmente sienten como “tierra”.

Para muchos de nuestros viajeros y migrantes, [piopialo]más que extrañar la tierra, lo que extrañan es a las personas[/piopialo] que hay allí. A sus padres, hermanos, tíos, sobrinos, hermanos de corazón (amigos).

Algunos no se sienten identificados ya con su país, con la política que impera, con la violencia o con la crisis que el país enfrenta. Por eso dicen no extrañar su tierra, pero sí a su gente. Sobre todo por que como algunos dicen: “la sangre llama”.

“La mayoría adoptaría esa frase, porque nació, creció y se acostumbró… Pero no la adoptaría porque somos capaces de adaptarnos y ver lo bello en medio de cualquier sitio.” Gabriela

¿Por qué esta frase la adoptan, muchas veces, los que no han salido del país?

Algunas personas me decían que no comparten esta expresión, sobre todo cuando viene de alguien que nunca ha pisado otro país o que lo ha hecho pero solamente para estar una corta temporada en un lugar de “moda” y bastante turístico.

Estas personas me decían que eso no es suficiente para uno darse una idea. Para realmente saber si se identifica con otra cultura y otro estilo de vida.

Realmente son muchos los que son “nacionalistas” y no permiten que una persona opine diferente o quiera siquiera considerar el salir y hacer vida fuera de casa y se excusa en esa expresión para hacer más llevadera su decisión de quedarse.

Es muy respetable todos los puntos de vista. Sin embargo, creo que lo que realmente debería primar es el respeto hacia cualquier punto de vista, sea que estemos o no de acuerdo con él.

La adaptación nunca es fácil

Para los que recién han migrado, es normal que sientan nostalgia y que los apegos aún estén vigentes. Que extrañen cosas absurdas como los vendedores de buses o tan necesarias como las tiendas de barrio o el clima.

La adaptación a un nuevo lugar nunca es fácil, nunca se logra a la primera. Aunque muchos llegamos a un sitio y lo sentimos como propio. Siempre, es normal y es comprensible, el hecho de hacer comparaciones, el hecho de extrañar, añorar, desear o querer que las cosas sean como lo han sido siempre.

Sin embargo, si queremos adaptarnos, es necesario mirar más allá. Dejar los apegos, abrir la mente y dejarse fluir con la vida. Permitirse el cambio y el recibir las nuevas experiencias con optimismo, con alegría, pero sobre todo con fe en que es lo mejor, en que la escuela vale la pena y en que sea lo que sea que venga es para tu bien y es en beneficio tuyo.

Los grandes países te consumen

Para muchas personas que viven en grandes países y sobre todo en Estados Unidos, que es un país consumista y hecho para el trabajo duro, la gente extraña aún más su tierra.

Ellos ven el estar allí como una necesidad para crecer, para aprender, para conseguir y para ser alguien. Sin embargo, no se ven envejeciendo en este lugar.

Aunque, aquellos que llevan más de 15 años, tampoco se ven ya en su tierra porque sus amigos ya se han ido, porque su familia ya vive fuera o ya no hay la misma “confianza” de antes, o porque sencillamente cuando van a Colombia, ya no se sienten en casa.

Noté en estas personas una gran pérdida. A pesar de que se sienten parte de su país, lo llevan en su corazón y lo extrañan, la verdad es que han dejado de ser de allí y así no estén a gusto allá, no se ven en otra parte.

[piopialo vcboxed=”1″]Se añora pero no hay tierra o país perfecto[/piopialo]

La nostalgia es normal

Estar fuera del país de origen, viviendo lejos y muchas veces completamente solo, genera nostalgia, pero no por un pedazo de tierra, sino, como ya lo he dicho antes, por la familia, por los amigos, por los recuerdos que están allí de un tiempo pasado.

Es normal sentir nostalgia, pero si te pones realmente en la tarea de evaluar qué extrañas y por qué crees que como tu país no hay nada, seguro descubrirías que es mucho más que por un pedazo de tierra.

[piopialo vcboxed=”1″]Es una conexión con los sentidos que te lleva a pensar que la tierra de uno es única[/piopialo]

Una cosa es cierta, cuando estamos fuera es normal extrañar lugares, olores y sabores de tu tierra, pero también es normal que cuando estás en tu tierra extrañes cosas de otros sitios y es ahí donde nos queda duda y nos cuestionamos ¿En qué momento dejamos de ser de aquí?

Los que ya no son de aquí y son más de allá

Hay un grupo grande que ha migrado. Han dejado su tierra años atrás y van con cierta frecuencia a su país. Sin embargo, ya no lo sienten como propio. De hecho, no se identifican con sus costumbres o con sus “problemas”.

Estas personas se sienten extraños en su propio país, mientras que en el otro sitio se sienten parte. Se compenetran, se sienten a gusto y sobre todo llenos y felices.

¿A qué se debe esto? ¿Por qué este pequeño grupo de personas ya no sienten su tierra como propia?

Creo que como algunos dicen. La tierra está dónde está tu corazón y lamentablemente, en muchas ocasiones ese corazón ya no está en tu propio país y eso hay que aceptarlo, porque todos evolucionamos, cambiamos.

No es como algunos dicen que los que se van, olvidan. No creo que sea eso, creo que muchas veces lo que pasa es que el otro país te llena más que el propio y eso no significa que seas una mala persona o que hayas olvidado tu tierra.

Hay que salir, abrir la mente y aprender

Esto es lo que queda tras leer todas las respuestas que me enviaron. Tras hablar con varios de ellos y tras identificar lo que extrañan y el porqué ya no sienten su tierra como su hogar.

Resulta que de alguna manera ese país extraño les ha dado algo que su propio lugar de origen no ha podido darles: estabilidad, tranquilidad, oportunidades, aprendizajes, satisfacciones, seguridad, respeto, ser parte de algo.

Para algunas personas estar en casa lo es todo, pero para otras tener alguna de estas “necesidades” cubiertas marca la diferencia, entre quedarse o irse.

Extrañar tu tierra, sentirte extranjero siempre, es un precio a pagar por estar bien y feliz en un lugar a miles de kilómetros de los tuyos.

Ver cosas buenas del país en el que estás no te convierte en alguien malo, ni te convierte en un traidor, ni en alguien que odia a su tierra. Simplemente te convierte en una persona que sabe disfrutar, que siempre verá lo bueno de cualquier sitio, porque nunca nada es perfecto.

“Soy del tipo de viajera que siempre busca algo bueno de los demás países, así que adoptar la frase no sería coherente con lo que pienso” Lina

Para finalizar, algunas personas coinciden con mi punto de vista. Afirman que su hogar y su tierra viaja siempre con ellos.

Las personas que nos aman siempre estarán allí, aunque estemos a muchos kilómetros de distancia y aunque años hayan pasado, el hogar se lleva en el corazón.

Aunque todos quieren conocer, explorar y compartir con otras culturas, en el fondo, muchos desearían volver a su tierra. Sin embargo, la realidad para casi todos, es que su vida está mejor fuera de su país.

No extraño “mi tierra”, creo que por fin entendí que después de todo somos ciudadanos del mundo. Angelica.

Muchas gracias a todos los que se tomaron el tiempo en responder mi pregunta: Migue, Roxana, Caro, Oscar, Ewa, Shyrley, Jhon, Gabriela, Sandra, Mario, Sebastian, Lina, Danilo, Paola, Angelina, Lina, Martha, Andrés, Juan, Martha (otra), Angelica, Omaira, Ana, Laura, Angel, Gustavo, Felipe, Elizabeth, Jaime, Diana y Carolina.

Espero te hayas dado una idea y sobre todo hayas tomado partido. Adoptar o no la frase es algo que deberás evaluar tu mismo.

Ahora es tu turno:
Si te animas a comentar, esperamos nos cuentes qué te hace sentir esta expresión y si te identificas o no con ella.

Recuerda que a la final todo dependerá de tus propias experiencias de vida y nadie puede decirte cómo actuar, qué pensar y qué hacer con respecto a esta expresión o cualquier otra.

La mejor manera para saber si te identificas o no con la frase es reflexionar cómo te sientes cuando te la dicen

Por mi parte te diré que no soy de extremos, creo que mi país es maravilloso y tiene lugares, personas, comidas, actividades y muchas cosas que me enamora cada día. Sin embargo, mi hogar está aquí mismo, en el lugar que estoy hoy, en el que estaré mañana y en el que viviré en unos años.

Amo y disfruto cada lugar en el que estoy, porque soy de vivir el aquí y el ahora, pero sobre todo soy de sacar lo mejor de cada experiencia. Y desde luego, vivir fuera siempre será la gran experiencia.

[piopialo vcboxed=”1″]Soy una convencida de que la tierra de uno se lleva en el corazón[/piopialo]

Panorámica de Sevilla – Valle (Colombia) tomada en diciembre 2014

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28 comentarios

  1. Buensimo!!! El artículo anterior es uno de mis favoritos porque Toca el corazón. A mi me encanta mi tierra – tiene lugares hermosos, de los cuales algunos he visitado otros quiero visitar (como amante viajare, quiero conocer todos los rincones del mundo). Me identificó mucho con la expresión “La tierra esta donde esta tu corazón”. Tengo familia aqui allá, en todas partes, confieso que a mi me encanta Nueva York. Nueva York tiene magia y es ahi donde esta mi corazón. Por otro lado mis raices latinas, la comida colombiana (como la disfruto cuando estoy en mi pais), los paisajes… muchas cosas que se disfrutan cuando estas de visita pero en si me siento extranjera en mi propio pais. Como dice la canción no soy de aqui, no soy de allá, soy un ciudadano del Mundo. <3

    1. Sandrita así es, a la final a los viajeros nos queda el ser ciudadanos del mundo, el aceptar, el crecer y comprender que somos diferentes y que nuestro hogar hoy en día es mucho más que una tierra por eso siempre llevamos nuestra casa en el corazón, porque ahí puede ir con nosotros a todo sitio 🙂

      Un abrazo guapa,

  2. La verdad que es terrible dejar tu terruño, pero claro es una forma para poder aprender mas cosas y afrontar nuevos riesgos, yo lo pase mal los primeros meses, pero la verdad gracias a mi chico y a las nuevas amistades pude superarlo ^.^ y ahora estoy mega contenta con todo lo aprendido y vivido.

    1. Guapa somos animales de costumbre, al principio cualquier cambio cuesta, pero con el tiempo nos adaptamos y si somos un poco abiertos seguro encontraremos la manera de disfrutar del cambio y sobre todo aprender de él. Un abrazo guapa y que sigas aprendiendo y disfrutando 🙂

  3. Es bonito aprender cosas nuevas y viajar a un lugar distinto siempre es bueno, conocer gente nueva, costumbres etc… es normal tener nostalgia pero la vida sino es con cambio no es vida.
    Saludos.

  4. Comparto lo que dices, mucha gente que ni siquiera ha salido de su región dice que es lo mejor del mundo y no tiene con qué comparar, hay un sentimiento de pertenencia muy fuerte y cuando vas a otro lugar ya no lo tienes, eso influye bastante.
    Bss.

    1. A veces esos sentimientos no se entienden,pero yo te comprendo. Hay lugares que no logramos sentir como propios y es normal, en algún momento encontrarás el sitio que sentirás como tu hogar, eso seguro 🙂 Todo llegará 🙂

  5. No podría estar más de acuerdo contigo. Hace 4 años dejé mi Perú y ahora mi hogar es donde está mi esposo e hijas. Extraño mi Perú pero porque extraño a mis padres y hermanos y cada vez que regreso, no es la misma sensación de estar en casa. Un abrazo

  6. La verdad que a veces cuesta un cambio de vida, más que por la tierra en sí, como tu dices por las personas que viven allí. Que todo tiene sus momentos y es normal la nostalgia pero el mundo se hace cada vez más pequeño con las comunicaciones y la gente cada vez se mueve más. Cosa que aunque cueste también aporta riqueza interior

  7. Por suerte o por desgracia no he tenido que vivir fuera de mi país ni de mi ciudad y de momento sólo lo haría si fuera necesario por trabajo,
    Gracias por tu post besos

  8. Personalmente ha sido una experiencia durilla salir del terruño, pero creo que a pesar de los kilómetros de distancia, mi pasión por lo mio esta ahí, pero he de confesar que mi corazón se dividió y me apasiona España, creo que aprecias mas lo que tienes cuando lo dejas, y a mi me ha servido de una buena experiencia no solo de vida, si no por haber conocido a gente maravillosa.

  9. Excelente artículo, yo soy venezolana viviendo en Argentina y aunque doy gracias a Dios por la oportunidad de estar aquí pues toda esa revolución de sentimientos de la que hablas me sucede y me deprimo por lo que tengo que trabajar el doble mis emociones para estar en la escala emocional que me corresponde

    1. Guapa ser migrante no es sencillo, pero nos acostumbramos y lo mejor es que aprendemos y vivimos de acuerdo a ello más felices y con emociones más trabajadas y sólidas. Un abrazo preciosa 🙂

  10. Creo que tienes demasiada razón en este post, aveces uno extraña la tierra porque ya esta acostumbrado al ambiente, el entorno y sus cosas, porque uno ha vivido años allí, pero mas que todo y primordial la familia, por mas que se este con su pareja e hijos, siempre tus padres, primos, tíos harán falta y eso es lo que mas llama para volver, pero si se tuviese la oportunidad de irse con todos nada extrañaría uno.

  11. La tierra siempre tira, jijiji
    Bueno, yo he estado en ocasiones viviendo fuera y reconozco que siempre piensas en tu lugar de origen, pero no solo por el país, piensas en tú familia en tús amigos… y Tienes ganas de volver. Yo he estado poco, han sido meses trabajando en otro país para mejorar mi idioma. En mi última ocasión estuve a punto de quedarme alli, pero tuvimos un problema, mi compañera y yo, y tuvimos que volver.